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domingo, 6 de noviembre de 2011

Ordenando "emoTICiones"

Me tumbo en la cama del hotel y mis ojos se niegan a cerrarse. Inicio un repaso del día y recibo un tweet de Ana (@MestraPrimaria) dándome las buenas noches y preguntándome si ya dormía. Es un momento perfecto para reproducir en palabras lo que en ese instante estaba sintiendo. Decido contestarle:
“@MestraPrimaria repasando twitter, ordenando emociones, colocando amigos, repasando momentos, escribiendo un tweet… Gracias por #bbppcita”
            En ese instante el deshago me vence en un sueño profundo donde disfruto ordenando todas las “emoTICiones” del Encuentro de Buenas Prácticas (#bbppcita) organizado por http://www.fundaciongsr.es/.
            Nada más encender la wifi en el iphone tengo la fortuna de encontrarme a Marina (@marinactristan) y a Raúl (@rauilllodiego) completando códigos de centros y números de registros personales (que son tan caprichosos que invitan a cenas). La llegada del resto es un aluvión de abrazos, miradas, sonrisas, complicidades, desvirtualizaciones y burocracias de inscripción.
            No hizo falta tomar café. Cuando aún no habíamos probado la comodidad de nuestros asientos ya estábamos atropellados por un Ave llamado Lola (@Nololamento) que nos hizo reír y llorar. Reír porque le sobran estrategias, tablas, arte… y llorar porque también le sobran motivos en su “Catecismo de Buenas Maneras”. Es un aluvión de ejemplos, de vivencias, de corazón, de amor por lo que hace, de trasmisión de valor, de mujer preparada, de MAESTRA (porque ella es Maestra, ese término tan maravilloso en desuso). No os la aconsejo, os pido que la disfrutéis y permitáis que os ilustre http://www.slideshare.net/noLolamento/buenas-prcticas-cita-noviembre-2011
            Entre el murmullo de la parroquia asomó en un tono muy bajito, cronómetro en mano, Néstor (@nestoralonso_). Hizo honor a la diversidad. Otro estilo, otras buenas prácticas, otro talento. Fue creciendo en cada diapositiva. Las bocas no se abrían de sueño, para entonces ya estábamos muy despiertos; se abrían de admiración por lo que hace. Educa con TIC. Y, sin duda, añadiría, educa con pasión. Recuerdo que en un maravilloso aparte tuve la oportunidad de preguntarle: ¿Cuándo duermes? Evidentemente nos sonreímos los dos. Grande, muy grande este @Potachov. Entra en sus espacios y aprende http://creactivos.net/cita2011/
            Tuve la oportunidad de ver a Charo (@yalocin) en una entrevista que le hizo mi amigo Juan (@Jmorsa) en la que contaba su precioso proyecto. ¿Tú no eres maestra? Pues tendrán que cambiar mucho las cosas para que cambie mi opinión. Tú sí eres maestra; lo eres porque educas con lo que haces, permites pensar a tus alumnos, sonríes cuando entras en clase, lloras con ellos, disfrutas de sus reflexiones… No se necesita nada más para evadir la categoría de serlo. Y sus alumnos son mejores amigos y personas después de realizar el proyecto. Si no me crees, puedes comprobarlo en su “Astro de Atocha” http://prezi.com/oc02zyxkiuat/astroatocha/
            Para entonces llegó el recreo y todos corrimos al calor de las mesas. Momentos 1.0 imprescindibles. Corros entre desconocidos, tuiteros, desvirtualizados y amigos. Compartiendo Buenas Prácticas de la vida entre el humo del café y las migas del aperitivo. Pero no había tiempo que perder, tenían mucho que “kontarnos” de libros y “chuches” que regalan en un “Kiosko”.
            Estrella (@starpy) rodeada de grandes Personas en la mesa, en las butacas y en el streaming (diluviando tweets) durante la ponencia, nos enseña a disfrutar leyendo, a aventurarnos entre videos y libros y ofreciendo la oportunidad de compartir el alma de los libros. “Kuentalibros” es de todos y para todos porque Mamen (@mamencita78) sabe cómo se hace. Se cuenta y se subtitula. Y arrancó un aplauso de necesidades especiales, emocionado en todo su contexto y abrumador en su verdad. Gamboa (@jlgj) nos enseñó a descifrar QR y Carmen (@educandoando), la chica de la mariquita (@mestraprimaria) e Inés (@Lajaines) hacían de escuderas para que todo saliera perfecto. ¿No has visto lo que hacen? http://kuentalibros.blogspot.com/ 
            ¿Te gustan las picotas? Pues os aseguro que Lara (@larita20) tiene un surtido inagotable. Se bajó a la tierra del auditorio y nos endulzó con su capacidad de encanto y su precioso proyecto lleno de #chuche20. En menos de unos pocos minutos llenamos el bote vacío entre todos los presentes. Ese es su fin: enriquecer a los demás con lo que es de cada uno. Así se llena su “Kiosko”. Una idea colaborativa y sin cerraduras. No puede existir más naturalidad en su presentación, todo un lujo http://prezi.com/-52_7qwfojbz/encuentro-de-buenas-practicas-cita/
            A partir de aquí, nos faltaron horas. Lo bien que comimos apenas pudimos degustarlo porque las conversaciones eran más interesantes, necesarias y emocionantes. Poco importó quien estuviera a nuestro lado. El misterio de estos “saraos” educativos está en las personas que lo forman y es una tremenda oportunidad de sentirte reflejado y comprendido entre tantos educadores que conducen por parecidas carreteras. Por eso lo importante de las sobremesas y los paseos.
            Recuerdo que nada más empezar la tarde escribí en twitter ojalá pudiera partirme en tres para oír a todos los compañeros. Seleccionar, lo más difícil.” Y así me sentí toda la tarde. Entre el trabajo cooperativo de @jmonteo y sus compañeros que defienden eso de “trabajar en equipo divide el trabajo y los múltiples resultados”, Marisa (@escuelagranvia) defendiendo la apertura de su escuela, Ana Mariño emocionándose recitando poseías, Salomé (@salomerecio) y @bicaride enseñando y aprendiendo, Carles (@Carlessimarro) relacionándose con sus alumnos a través de su red social, un montón de dedos dirigidos por María Victoria Casado y sus benditos ipads, Isabel (@Isabel_Ruiz) entre redes y los bosques, @Ana_Sorolla y @capileratic con una maleta llena de recursos, Raúl asombrando con sus capacidad para conocer todos los cuadernos y estuches contemporáneos, @marudo76 corriendo detrás de ti a pillarte, y otros muchos a los que me encantaría citar, pero aún no sé dividirme en tres. Aunque destacaría un final sublime y con el cartel de “No hay billetes” junto a Manel (@manelrives) un auténtico descolocador de cerebros, un maestro que me hace pensar, que ama el ipad, que se deja la piel en todo lo que hace y que encima rezuma ese humor gallego cautivador que no se le resiste a nadie. Además, tuve la oportunidad de descubrir su amor por la fotografía, los chistes y la música, todo un privilegio.
            Y así transcurrió una tarde muy intensa. Los diplomas se transformaron en despedidas agridulces, ¿verdad Ana? (@anacobosm), y los más afortunados teníamos aún la oportunidad de compartir paseo y mesa en cenas inolvidables. José Luis (@JLBracamonte) y Carmen (@carmeniglesiasb) no se cansaron de ser unos anfitriones perfectos. Incluso el enojo inicial de separarnos entre el Oso y el Madroño (restaurante donde cenamos) tuvo su encanto. Pudimos compartir de forma más íntima con el que teníamos al lado y allí descubrí a Pilar (@pily) y otra Lola (@lolaprieto) a quiénes #recomiendo.
            ¿Y todo esto para qué y por qué? Pues porque este grupo de educadores necesita claustros sin puertas ni ventanas, necesita la energía de los demás para sentirse arropados, busca el hombro donde apoyar sus recaídas de la rutina de sus coles y, sobre todo, porque todos estos maestros queremos a nuestros alumnos y luchamos para que sean felices en sus vidas.
            #bbppcita G R A C I A S
            PD: No me quería olvidar de Elvira, de pedir perdón a quiénes no haya mencionado y de recordaros que yo, ya, os quiero
            Joan (@joanfelizz)

miércoles, 26 de octubre de 2011

Con AGUIRRE no hay ESPERANZA

@EsperanzAguirre “Estamos moralmente obligados a utilizar mejor los recursos en la educación publica. No ha habido ningún recorte, cero en la pública.” (Uno de sus ilustradores tweets)
           
            En el momento que decidí compartir mis ideas, sentimientos y alegría de forma abierta en este blog me propuse luchar por la esperanza del futuro. Y tengo la certeza de que ésta está en los niños y niñas de nuestros colegios. Pienso luchar por ellos, pienso dejarme la vida por sus oportunidades, pienso gritar con mi arma, los libros, y no permitiré que un puñado de políticos caprichosos corten las alas de ningún niño que quiera ser feliz. Por ello, me pregunto:
            ¿Hacia dónde vamos? O mejor ¿Dónde nos quieren llevar?

Llevo semanas pensando en buscar palabras que puedan definir todo lo que está ocurriendo alrededor del deterioro del sector público en nuestro país. Mucho más si nos centramos en el Madrid neoliberal tan esperanzador de Esperanza. Y, por alusiones, en el campo que me ocupa como servidor público: la educación. Una presidenta que encima piensa que somos imbéciles y nos quiere hacer creer sus mentiras olvidando que aún sus políticas de manejo del pueblo no han hecho el efecto que ella hubiera deseado.

            Porque desempeño mi función en una escuela pública, pública con tilde, no en la escuela “publica” que hace referencia la presidenta en su tweet. Porque su escuela está reservada para unos pocos, los que ella pretende que conduzcan nuestro mundo. Pero no contaba con una sociedad, muy a su pesar, formada, rebelada, inconformista, trabajadora, pobre, digna, feliz, verde, harta, indignada, cansada… de todos sus caprichos y guiños a los que más tienen.

            El día que en la escuela se explicó qué la mejor arma de una sociedad es la educación faltó. Tendría peluquería. Una sociedad avanzada lucha con libros. Demasiados años hemos sufrido en nuestro país el desprestigio de no progresar por la deficiencia educativa cómo para que en el siglo XXI nos roben el tiempo recuperado.

            Cuántas más reflexiones nocturnas y acalorados debates le dedico a este asunto me caben menos dudas de la síntesis final. Todo está premeditado, ajustado a unas pretensiones políticas, predefinido con unas intenciones claras y arraigadas a unas convicciones. Se trata, por tanto,  de ir mermando los recursos humanos y materiales de la educación pública que afecta a la mayoría de ciudadanos de un país que no tiene dinero para pagarse un colegio de élite.

Y lo hace para que aparezca, cuanto antes, un deterioro social del prestigio que nos hemos ganado durante años de esfuerzo. Con esta batalla perdida, las familias decidirán buscar otras salidas donde se solventen más fácilmente los problemas y no entorpezcan el camino un puñado de inmigrantes que, por suerte, recuerdo, son los que de momento sostienen nuestra economía.

Pero Aguirre tiene dos compañeras de lujo: Ana Botella y Lucía Figar. Entre las tres se han propuesto desprestigiar nuestro trabajo a base de demagogia facilona y populista dedicando piropos al sector: “Los profesores trabajan menos que los funcionarios del ayuntamiento” “Al realizar los funcionarios docentes más horas lectivas, probablemente la necesidad de contratar sea menor que otros años (…) Puede haber cerca (de mil interinos menos)”.

 ¿Aceptarían la invitación de cualquier profesor o maestro a pasar 24 horas a su lado? Me temo que no. Prefieren pensar que sólo damos clases, que actuamos como máquinas, que nos dirigimos a un público sin diversidad ni problemas, que las tardes las dedicamos a ir de tiendas en coche oficial y que dormimos plácidamente mientras nos roban la educación.
           
Os necesitamos. Sí, a todos. Porque el futuro de nuestros y vuestros hijos nos lo están coartando y moldeando para que se vuelvan ovejas de un rebaño atrasado, débil, inculto y aleccionado.

Aunque si algo tengo claro es que un pueblo puede tener piedras, garrotes, pistolas o cañones; aún así, si no tiene libros está completamente desarmado”






sábado, 6 de agosto de 2011

“BARRIGA LLENA, CORAZÓN CONTENTO”

            En mi viaje a los campamentos de refugiados saharauis tuve la gran fortuna de ver el mundo. Mi, para siempre, amigo Deish (licenciado de medicina en Cuba) hizo sonar continuamente durante nueve días una canción de Julio Iglesias que tenía grabada en su celular. Se entusiasmaba hablándome de la desesperanza, del no futuro, de las armas, del Dios en el que él no cree, de los niños… pero esbozaba una sonrisa maravillosa al finalizar cada comida viendo la luz en los ojos de los demás; me miraba y me susurraba: “barriga llena, corazón contento”.
            Y me hacía pensar el muy “cabrón”. Me retorcía las entrañas haciéndome ver lo sencillo que resultaría contentar corazones. Lo fácil que podría ser la organización del ser humano en la Tierra. Paseaba por la arena del desierto buscando soluciones a cómo llenar barrigas. Pero me frustraba. Me veía incapaz de que todos creyésemos qué es posible.
Leyendo la prensa digital, hace pocos días, se topó ante mí una noticia (http://bit.ly/raZrAe) donde se destacaba que producimos comida para doce mil millones de personas y, resulta que, sólo somos siete mil millones. Algo, bueno no, mucho, estamos haciendo mal. África, casi en su totalidad, se muere de hambre. No pretendo parecer demagógico diciendo que tiramos comida, que salimos habitualmente a derrochar cenas y copas, que yo no doy dinero a las ONGs para que se queden en el camino… No. Prefiero pensar que el cambio no pasa por ahí.
La solución, tras masticar la pura realidad que me enseñó Deish, pasa por comenzar a ser un cambio individual. Cada uno debemos mirarnos a los ojos del espejo de la vida, valorar cómo la invertimos, cuánto realmente necesitamos, de qué podemos prescindir… y adecuarla a un contexto mucho más justo. Si todos fueses lo suficientemente sinceros con nosotros mismos modificaríamos demasiadas cosas.
Podríamos vivir igual de felices o infelices con poco menos. Podríamos compartir nuestro tiempo en hacer proyectos, en reunir ayudas, en organizar recursos… y llevarlos a los puntos que deseemos. Ahora la realidad comunicativa pasa por el cuerno de África. ¿Y dónde dejamos a los países en conflicto, a las sociedades sacudidas por la naturaleza, a los refugiados de todos los colores y etnias y a los niños que no pueden contentar a sus corazones?
Pero la noticia dejará de ser portada, se verá interrumpida por primas de riesgo, por nerviosismos de mercados y por subidas y bajadas de las bolsas. Y ahí estaremos nosotros “acojonados” con el dominio de los poderosos y arrinconados ante una crisis que nos dibujan y nos mueven los hilos de la marioneta el piloto de turno. Y no tendremos tiempo ni agallas para pensar que el cambio para que todo sea más justo es individual. Pero cuando se apague la luz de la noticia Dios ya nos habrá perdonado.
La canción sonaba en el silencio del desierto describiendo en un tono interminable “La vida sigue igual…”


domingo, 29 de mayo de 2011

El interior del pie

"El interior del pie en esencia es la sencillez y la lucidez manifestada de forma artística" @carolusiii

Tengo la suerte de haber aprendido a disfrutar del deporte sin rencores hacia otros rivales. Tengo claro cuáles son los valores que me gustaría transmitir y poco a poco los he ido interiorizando y madurando para ser más feliz.

Me confieso un amante del deporte, madridista desde antes de nacer, admirador de Nadal y enamorado de la idea del Barça (por su estructura como club y por su estilo como equipo).

Ayer, en el partido más importante que se puede ver a nivel de clubes, la final de la Champions, el Barça enseñó al mundo el fondo y la forma del éxito, la naturalidad de la victoria, el amor por el equipo, la exquisitez de lo futbolístico y, sobre todo, la humanidad por encima de cualquier otra cosa.

Abidal, un chico entrañable, negro, que no era "jugón", se vistió de capitán para recoger el triunfo de un conjunto de personas que reman en la misma dirección sin mirar los defectos ni despejar las envidias de los egos que produce el deporte de élite. Estoy seguro que mucha culpa de su evolución en la enfermedad la tiene la energía de ese equipo que sobrepone a la persona por encima de lo vanal.

Y si buscamos respuestas a las consecuencias del triunfo no podemos negar la evidencia; Guardiola, Tito Villanova y Estiarte son los profetas y educadores de este estilo tan hermoso que se mueve en el mundo más complejo del dinero y los egoismos. Cada día nos sorprenden con sus formas, tan importantes siempre, su trabajo, su profesionalidad, su idea del fútbol, su idea del equipo por encima de lo individual, su gestión de los mejores entre niños, su admiración por lo que hacen, su amor por las personas por encima de los futbolistas...

Pero no debemos olvidar que reúnen al mejor conjunto de futbolistas que se haya juntado nunca. Messi, es ya, para mí, el mejor futbolista que haya existido; tiene la suerte de tener a su lado a Xavi e Iniesta, dos adultos de este deporte, impecables en todo. Y alrededor cualquiera es imprescindible y prescindible, porque así nos lo han demostrado. Cambian los nombres, pero no el estilo. ¿Todo el mundo sabe gestionar esto? ¿Todo el mundo sabe ganar tanto? ¿Todo el mundo sabe mantener esta motivación?...

Y ahí llegamos a la célula: el estilo. No es necesario que ensalcemos el trabajo de La Masía, de sobra es conocido por todos. Es un fútbol de toque, de dinamismo, de asociación, de cooperación, de velocidad física y mental... pero sobre todo es un fútbol donde el protagonista es el interior del pie. Aquel futbolista que no bese el balón con el interior de su pie no tiene sitio, y no lo tiene porque sería imposible asociarse con el resto. No tendría la habilidad de combinar, de controlar la velocidad de su balón y les sería imposible vivir en una selva de sutilezas.

Anoche, Pedro acarició el balón en el primer gol con una sencillez en el toque que le define como persona. Y luego Rooney (el mejor del equipo inglés) hizo lo propio. Y más tarde Messi con más brusquedad. Y finalmente Villa, que marcó el gol que todo futbolista intenta cada día, rosca de fuera a dentro que se cuele por la escuadra. Puedes aburrirte de ver la expresión del gol en sí misma, pero sería imposible sin que el interior del pie estuviera educado.

Y sancado conclusiones, empiezo a pensar que imitar este estilo es complcadísimo, es un trabajo de muchos años y de muchos profesionales... pero no es imposibe. Ya hemos visto que se puede ganar y hacerlo con todos los complementos imaginables. Ahora bien, será mucho más difícil si lo que se busca es otra cosa.

Es una pena que Crisitiano no tenga educado el interior del pie, y otras muchas cosas.

jueves, 19 de mayo de 2011

APRENDIENDO A "SOBREMORIR"

Cuando una persona inicia una nueva etapa en su vida, tiene siempre las dudas de cómo arrancar, cómo poner en marcha la acción. Hace tiempo que sentía fundamental tener un lugar donde expresar mis sentimientos, mis desencantos, mis alegrías, mis pensamientos, mis aventuras... y por fin he decidido poder compartirlo con el mundo (twitter ha tenido una influencia grandísima en esto).

Hace tan sólo un año disfruté de la mejor experiencia personal de mi vida. Tuve la gran suerte de hacer un viaje maravilloso a la nada donde descubrí la humanidad y las sonrisas más sinceras que recuerdo. Fue un viaje económicamente caro, muy caro; aunque personalmente gratificante, muy gratificante.

Madrugamos una mañana primaveral en Sevilla y embarcamos en un avión ilusionado y lleno de solidaridad. Salíamos del primer mundo con más de lo necesario para vivir. Aterrizamos, tan sólo 3 horas después, en el lugar más inhóspito que un ser humano pueda imaginar, el desierto del Sáhara.

Al bajar, entre militares armados, una nube de calor axfisiante nos golpeó sin tapujos. Sentí que aquel lugar no estaba hecho para vivir. Pero aquel aeropuerto de Tindouf era el primer mundo de Argelia. Montamos en un autobús a más de 50º C sin que pudiéramos abrir las ventanas, sólo corría una brisa ligera por un agujero del suelo ¡Horrible!

Y en menos de quince minutos desembarcamos en un lugar místico, apocalítico, inimaginable... Hay saharauis, que tan solo, llevan viviendo 35 años en los campamentos. ¿Tan sólo? nosotros estuvimos 9 días y fue durísimo.

En pocos minutos todo cambió de rumbo. Aparecieron las personas. Perdón, las PERSONAS. Y la luz de la humanidad y la hospitalidad cubrió todo lo material para disfrutar de la experiencia humana más recomendable que he vivido.

Abren sus puertas, te ofrecen su poca comida, se ríen para mostrar gratitud, te miran a los ojos y desnudan sus corazones para forjar una simbiosis imposible de derrotar. Es un pueblo organizado, sino fuese así estarían aniquilados. Luchan por una causa justa. Educan a sus pequeños para seguir manifestándose. Atienden a los enfermos en los hospitales menos preparados que recuerdo...

En esos pocos días se convierten en personas felices. Nuestra presencia destruye sus rutinas y tienen excusas para festejar y bailar que hay seres humanos que les quieren y luchan por su libertad. Sí, LIBERTAD, eso tan bonito de lo que gozamos tres cuartas partes del mundo. Sólo quieren regresar a sus hogares, poder trabajar, educar adecuadamente a sus hijos y sentirse ciudadanos del mundo que ahora está quejoso de "crisis".

Y se merecían este homenaje de partida de mi Blog porque Deish (médico y amigo saharaui) no cesó ni un momento en repetirme que "los niños son la esperanza del mundo". Y me lo decía en un lugar sin futuro, sin expectativas de mejorar y donde poco a poco ya van existiendo diferencias sociales. Tienen móviles de última generación donde no hay corriente eléctrica. Son verdaderos artesanos de todo (mecánicos, enfermeros, electricistas, conductores, cocineros, agriculturos, cabreros...) No necesitan universidades más allá de la propia vida.

Y salimos de allí empapados en lágrimas porque sabíamos que al llegar a casa nos esperaba nuestro querido mundo lleno de todo. Y era injusto que no puedan disfrutarlo. Algunos no conocen nada de cómo vivimos. Pero la mayoría sabe y descubre cómo es en realidad el otro mundo. Y eso les hace rebelarse aún más con la situación que les ha tocado vivir. No había tregua en el llanto y, sobre todo, no había consuelo para corazones tocados por el AMOR de un pueblo admirable.

Cuando llegué a casa sólo podía explicarlo con una frase: Los saharauis han aprendido a "sobremorir".




PD: No te olvides de Haití, Japón, Lorca, Ruanda, Irak, Palestina... Nos necesitan.