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domingo, 29 de mayo de 2011

El interior del pie

"El interior del pie en esencia es la sencillez y la lucidez manifestada de forma artística" @carolusiii

Tengo la suerte de haber aprendido a disfrutar del deporte sin rencores hacia otros rivales. Tengo claro cuáles son los valores que me gustaría transmitir y poco a poco los he ido interiorizando y madurando para ser más feliz.

Me confieso un amante del deporte, madridista desde antes de nacer, admirador de Nadal y enamorado de la idea del Barça (por su estructura como club y por su estilo como equipo).

Ayer, en el partido más importante que se puede ver a nivel de clubes, la final de la Champions, el Barça enseñó al mundo el fondo y la forma del éxito, la naturalidad de la victoria, el amor por el equipo, la exquisitez de lo futbolístico y, sobre todo, la humanidad por encima de cualquier otra cosa.

Abidal, un chico entrañable, negro, que no era "jugón", se vistió de capitán para recoger el triunfo de un conjunto de personas que reman en la misma dirección sin mirar los defectos ni despejar las envidias de los egos que produce el deporte de élite. Estoy seguro que mucha culpa de su evolución en la enfermedad la tiene la energía de ese equipo que sobrepone a la persona por encima de lo vanal.

Y si buscamos respuestas a las consecuencias del triunfo no podemos negar la evidencia; Guardiola, Tito Villanova y Estiarte son los profetas y educadores de este estilo tan hermoso que se mueve en el mundo más complejo del dinero y los egoismos. Cada día nos sorprenden con sus formas, tan importantes siempre, su trabajo, su profesionalidad, su idea del fútbol, su idea del equipo por encima de lo individual, su gestión de los mejores entre niños, su admiración por lo que hacen, su amor por las personas por encima de los futbolistas...

Pero no debemos olvidar que reúnen al mejor conjunto de futbolistas que se haya juntado nunca. Messi, es ya, para mí, el mejor futbolista que haya existido; tiene la suerte de tener a su lado a Xavi e Iniesta, dos adultos de este deporte, impecables en todo. Y alrededor cualquiera es imprescindible y prescindible, porque así nos lo han demostrado. Cambian los nombres, pero no el estilo. ¿Todo el mundo sabe gestionar esto? ¿Todo el mundo sabe ganar tanto? ¿Todo el mundo sabe mantener esta motivación?...

Y ahí llegamos a la célula: el estilo. No es necesario que ensalcemos el trabajo de La Masía, de sobra es conocido por todos. Es un fútbol de toque, de dinamismo, de asociación, de cooperación, de velocidad física y mental... pero sobre todo es un fútbol donde el protagonista es el interior del pie. Aquel futbolista que no bese el balón con el interior de su pie no tiene sitio, y no lo tiene porque sería imposible asociarse con el resto. No tendría la habilidad de combinar, de controlar la velocidad de su balón y les sería imposible vivir en una selva de sutilezas.

Anoche, Pedro acarició el balón en el primer gol con una sencillez en el toque que le define como persona. Y luego Rooney (el mejor del equipo inglés) hizo lo propio. Y más tarde Messi con más brusquedad. Y finalmente Villa, que marcó el gol que todo futbolista intenta cada día, rosca de fuera a dentro que se cuele por la escuadra. Puedes aburrirte de ver la expresión del gol en sí misma, pero sería imposible sin que el interior del pie estuviera educado.

Y sancado conclusiones, empiezo a pensar que imitar este estilo es complcadísimo, es un trabajo de muchos años y de muchos profesionales... pero no es imposibe. Ya hemos visto que se puede ganar y hacerlo con todos los complementos imaginables. Ahora bien, será mucho más difícil si lo que se busca es otra cosa.

Es una pena que Crisitiano no tenga educado el interior del pie, y otras muchas cosas.

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